Torticera y perversa entiendo que es esa asociación que liga casi de forma ineludible el uso de la radio DMR con la red internet u otra forma similar de interconexión. Que la primera no es sin la segunda representa el vicio más insano con el que me he topado a lo largo de mis años de radioafición. Sí, porque nos lo estamos perdiendo. No seré yo el que venga a culpar aquí a nadie por semejante atrocidad, pues reconozco que, atendiendo a las consultas realizadas (que no han sido pocas), se impone en este asunto el desconocimiento, la falta de información y, lo que aún es peor, el vicio (véase la tercera acepción de este término aquí)..
La pirámide de edad del gremio de radioaficionados está invertida desde hace tiempo. No es extraño, pues, que seamos muchos los que hayamos dejado un pelín de lado lo de la digitalización o la voz digital. Ya costó más de un disgusto es su día el abandono de la AM por el empuje (¿imposición?) de la SSB.
Acércate a la DMR, no es tan complicada, en serio. Si llegaste a instalar el “guasap” y te defendiste con el “pogüerpoin” en tu PC, ¿quién te niega ahora el manejo de un CPS?. Son cuatro conceptos básicos que, no siendo tan nuevos ni rompedores como pudiera parecer desde fuera, te harán comprender el intrincado y fabuloso funcionamiento de este tipo de comunicaciones digitales, que incluye, claro está, voz y datos. Y sí, es posible sacarle buena parte de su jugo sin tener que depender de una conexión de red ni la mediación de ningún otro artefacto que no sean los del conjunto que todos y todas sabemos desde que estamos en radio: fuente de alimentación, sistema radiante y radio (¡y un inquieto operador como tú!).