Tal como refleja este artículo publicado por la cadena internacional alemana Deutsche Welle, desde septiembre de 2012 en la Unión Europea sólo pueden venderse bombillas de bajo consumo energético. Eso significa el adiós definitivo a las tradicionales. Pero las nuevas bombillas no reportan únicamente ventajas.
Al comienzo, las organizaciones ecologistas aplaudieron la decisión de Bruselas. Sin embargo, desde que se supo que las bombillas que ahorran energía contienen mercurio altamente venenoso y que tras su vida útil deben ser tratadas como desechos tóxicos, la imagen de este tipo de iluminación se ha ido opacando.
Luz Tóxica: El peligro de las bombillas de bajo consumo